martes, 4 de noviembre de 2008

Entrevista con Juan Manuel Bejarano para Actualidad Contable AECA

"Los nuevos estados financieros, especialmente, el Estado de Flujos de Efectivo nos aporta una visión útil de la Compañía y de su capacidad de generar flujos para atender sus deudas"
Juan Manuel Bejarano Finque
Director del Área de Riesgos de CajaSur

Fuente: Newsletter AECA "Actualidad Contable" Nº 30 - Agosto 2008

Uno de los usuarios fundamentales de la información financiera en nuestro país son las entidades financieras. En la entrevista que presentamos, nos acercamos a la experiencia que tienen estas entidades en su función crediticia a grupos que ya presentan información consolidada bajo Normas Internacionales de Información Financiera, con la finalidad de acercarnos al efecto que el nuevo marco contable puede tener para este tipo de usuarios, especialmente en una actividad como es la concesión de créditos y en un momento tan sensible para dicha actividad como el actual.
Ustedes están familiarizados con la concesión de créditos a entidades que llevan, al menos tres ejercicios, presentando información consolidada bajo Normas Internacionales de Información Financiera. En su opinión, ¿ha mejorado sustancialmente la información que presentan estas compañías de cara al análisis de los créditos?
Sí, ha mejorado sustancialmente. Ahora se presenta mayor nivel de detalle de los estados financieros. Los nuevos estados financieros, especialmente, el Estado de Flujos de Efectivo nos aporta una visión útil de la Compañía y de su capacidad de generar flujos para atender sus deudas.
Además, ahora se presenta información sobre cómo las compañías gestionan sus riesgos financieros, lo que contribuye a tener una visión más completa de los riesgos que se asumen al concederles crédito.

Por su experiencia con los grupos cotizados que presentan la información bajo NIIF, ¿cuáles son las novedades en la información o los cambios de criterio respecto al marco del PGC de 1990 cuyo impacto es más relevante en la concesión de créditos?

La información trata de ser más relevante, sacrificando algo su fiabilidad, de ahí un mayor empleo del valor razonable. No obstante, en las circunstancias actuales de los mercados financieros derivada de la crisis de liquidez, el empleo del valor razonable ha de realizarse con mayor prudencia. Especialmente me refiero, al mercado inmobiliario y a activos financieros que utilizan como colaterales productos hipotecarios.
Por otra parte, la nueva normativa elimina determinados activos ficticios, la recolocación de las acciones propias en el patrimonio neto con signo negativo, que eran ajustes que realizábamos extracontablemente y que ahora ya aparecen recogidos en las propias cuentas.

¿Considera que la reforma del PGC, realizada en 2007, cierra ese gap en la forma de informar de los grupos cotizados o, por el contrario, se van a mantener diferencias significativas de cara al análisis de riesgos de crédito?

Entre las empresas no cotizadas estaríamos hablando de empresas de muy diferente perfil. Para las más grandes, con diversos negocios, la información requerida por el nuevo PGC les acerca a los requisitos exigidos a las cotizadas; sin embargo, para las pymes, más frecuentes en nuestra economía, la cuestión es distinta.


¿Considera que el nuevo PGC de 2007 va a suponer un cambio sustancial en la calidad de información que presentan las pymes y si éstas están preparadas para responder al reto?

Los problemas de las pymes distan de ser los de las cotizadas, por ejemplo en materia de instrumentos financieros y derivados, que apenas existen en estas empresas y son de las normas más complejas recogidas en las Normas Internacionales de Contabilidad.

Tampoco disponemos de cuentas anuales cerradas bajo los nuevos criterios del PGC por lo que tampoco le puedo indicar con datos en la mano. Por lo que sabemos, ahora mismo lo que ha preocupado a las pymes ha sido el asiento de apertura y la conversión de los sistemas informáticos y la adaptación de los cuadros de cuentas.

En junio, el Banco de España emitió una nueva Circular sobre recursos propios, ¿cuál es el efecto que puede tener la nueva disposición del Banco de España sobre recursos propios en la concesión de créditos?

Independientemente del consumo de capital que requiera cada operación, la concesión de créditos estará supeditada básicamente al análisis de la capacidad de reembolso del cliente y a las garantías aportadas por el mismo. Lógicamente, aquellas operaciones que supongan un mayor consumo de recursos propios soportarán unos diferenciales superiores. En el análisis de la capacidad de reembolso de los clientes cobrarán especial importancia las cuentas anuales con los nuevos criterios del PGC.

Adicionalmente, la incorporación de esta normativa del Banco de España supondrá que las entidades financieras deberán preparar unos estados adicionales a remitirle.